Desde el siglo XII, la Catedral de Tarragona ha sido una parte visible del horizonte de la ciudad. La gran estructura gótica semejante a una fortaleza se sitúa en la cima del punto más alto de Tarragona. En el interior, puedes descubrir una gran colección de arte que incluye altares, pinturas, joyas y tapices del siglo XVI.
La construcción de la catedral comenzó a fines del siglo XII, en el lugar donde se encontraba la antigua acrópolis romana de Tarragona. Los trabajos en la catedral cesaron cuando la ciudad fue devastada por la pandemia de la peste negra. La catedral fue finalmente consagrada en 1331 y su diseño final tiene toques románicos, que reflejan los cambios en los estilos arquitectónicos que se produjeron desde el inicio del trabajo de construcción.
Observa con atención las tres puertas en el frente de la iglesia, donde se pueden diferenciar claramente los estilos arquitectónicos. La gran puerta central es gótica, mientras que las dos puertas más pequeñas a cada lado de ella son románicas. Contempla la fila de estatuas de apóstoles y profetas.
Tómate un tiempo para explorar el gran interior de la catedral. Visita las capillas, entre ellas, la Capilla de Santa María de los Sastres del siglo XIV. Observa el mausoleo de Juan de Aragón, que consagró la catedral. Uno de los aspectos artísticos más destacados del edificio es el altar dedicado a Santa Tecla, patrona de Tarragona. La talla fue realizada en el siglo XV y representa episodios de la vida de la Santa.
Pasea por las arcadas que rodean el claustro de la catedral. Examina las columnas y los capiteles esculpidos, que cuentan escenas bíblicas.
Luego, visita el Museo Diocesano, que alberga una colección de aproximadamente 6,000 piezas, aunque no todas se muestran a la vez. Observa la cerámica y los fragmentos de mosaicos de la época romana. Admira las representaciones bíblicas sobre los altares del siglo XIV y XV, y aprecia los numerosos tapices del siglo XV al XVII.