La Iglesia de St.-Michel-des-Lions, con su campanario de 65 metros (200 ft) de altura, es un fabuloso ejemplar de la arquitectura religiosa de Lemosín. Utiliza la torre para ubicarte mientras paseas por las calles y dirígete a la plaza de adoquín que está frente a la entrada de la iglesia.
Quédate en la plaza y contempla los detalles de los leones romanos reclinados de piedra que le dan su nombre a la iglesia. Estos leones solían marcar los límites de la jurisdicción del obispo de Limoges.
Toma un café en una de las cafeterías mientras observas la estatua de San Marcial en su posición destacada. Observa el mosaico que está sobre la puerta, el cual genera un contraste colorido con la fachada sombría. Entra por la puerta ubicada en la base del campanario, pasa por los dos vestíbulos y contempla las vigas en el interior.
Siéntate en una banca y observa la luz que fluye por los vitrales y crea patrones de colores en la piedra del interior. Observa el ángulo de las columnas delicadas, que se han deformado después de sostener el techo magisterial durante tanto tiempo.
Camina hacia el altar de piedra tallada, detrás del cual se encuentran las reliquias de San Marcial. Estas se exhiben cada 7 años para un festival especial que atrae hasta 100,000 visitantes. Observa los muros, donde se dice que hay otros santos ocultos, lo que le da a esta iglesia su poder sagrado.
La Iglesia de St.-Michel-des-Lions se encuentra en la zona antigua de Limoges, a 17 minutos a pie de la estación de tren. Camina hasta aquí desde la Catedral de St.-Étienne para llegar en 15 minutos. Hay un estacionamiento disponible a una cuadra de la estructura, aunque la mejor manera de recorrer Limoges es a pie.
Puedes visitar esta iglesia cualquier día, y se recomienda dar una donación en la entrada. Organiza un tour en grupo en la Oficina de Turismo, que está a 10 minutos a pie, en el Boulevard de Fleurus.