Lugar complicado para personas con limitaciones al caminar, terrible el acceso al estacionamiento, no venden agua, refrescos, papas o algo sencillo para comer.
La persona que hizo el check in, poco atenta, no nos dio opciones donde podríamos conseguir agua embotellada o algo para cenar pues llegamos como a las 20:00 hrs pero ella si tomaba lo que parecía una piña colada.
La regadera con un chorrito de agua pues no servía y le hicieron solo un pequeño orificio como de 5 mm, las toallas súper desgastadas y muy delgadas por el uso.
Reservamos dos noches y queríamos amaneciera para poder salir de ahí según tendrían desayunos y el lugar que me imagino era la cocina y lo que servía de comedor muy insalubres ya a la luz del día .
Invitó al Propietario estar más pendiente de su negocio, entiendo que acaba de sucederles lo de Otis por ello no mencionó que el televisor y el internet no estaban en funciones y se entiende pero todo lo demás no creo que se justifique o tenga que ver con el huracán.
Gracias por su atención