Rodeada de vegetación y con una vista impresionante del archipiélago eólico, esta antigua granja es el lugar ideal para aquellos que buscan un pedazo de historia que pueda enmarcar sus vacaciones, lejos del caos de la ciudad.
Villa Carrubo ha sido totalmente renovada conservando la arquitectura y los materiales rurales tradicionales sicilianos: suelos de terracota, techos con vigas de madera, cocina y baños con azulejos de mayólica, paredes de piedra, características con las cuales el fino mobiliario rústico combina muy bien. Lo embellece y lo completa.
La planta inferior consta de una sala de estar grande y acogedora con chimenea, sofás y una mesa grande con capacidad para 10 personas. Desde aquí podrá disfrutar de una vista excepcional gracias a las numerosas aberturas en forma de arco que caracterizan a esta sala: el verde del césped bien cuidado que contrasta con el azul profundo del mar Tirreno sobre el que domina la finca.
En el mismo nivel hay una cocina equipada con todo lo que necesita, tres habitaciones dobles con acceso directo al jardín y todas con baño privado; mientras que la planta superior consta de un dormitorio adicional, un baño y un espacio donde hay dos sofás cama.
La gran área al aire libre, además del encantador jardín, ofrece una gran área de barbacoa con horno de pizza y una elegante piscina que, junto con el área del solárium circundante, le da un toque extra a esta casa de ensueño. El espacio verde que lo rodea y la sombra debajo del porche acompañarán sus momentos de relajación, en un ambiente familiar que lo hará sentir como en casa.