Es un hotel que se ha quedado viejo y que está bastante descuidado. Es como entrar en un túnel del tiempo que te lleva directamente a principios de los años noventa. Por eso necesita urgentemente una reforma o, como poco, una mano de pintura en las habitaciones. Por fuera parece un NH, por dentro no.
Cuando nos registramos, el recepcionista nos insistió en que debíamos dejar la habitación antes de las once de la mañana cuando en la reserva y en el papelito que te dan con la llave decía que teníamos hasta las doce.
No volvería