Lo mejor del Hotel es la cercanía a la estación del metro (1 cuadra) y la terraza, muy linda para tomar algo viendo la Acrópolis. Lo malo es el barrio, después de las 21:00hs. taxistas y comerciantes recomiendan no salir, por no ser muy seguro. Nosotros nos manejamos de día y ningún problema! El desayuno es bastante básico, sin demasiadas opciones y no muy rico. La recepción no habla español, sólo inglés y francés, no se caracterizan por su simpatía, pero al menos cumplen con su trabajo... El precio es excelente, las habitaciones cómodas y con aire! Los baños chicos pero nuevos e impecables, la limpieza de las habitaciones es muy buena, de las áreas comunes no tanto.