Aunque sólo estuvimos una noche con mi esposa, pudimos disfrutar de una experiencia única. En un edificio con las limitaciones de espacio propia de los hoteles europeos, cuenta con todas las comodidades, incluso ascensores. Se encuentra en el mejor lugar de Brujas, pero no es ruidoso. Un edificio con todo el encanto de su efectivo)antigüedad, con una atmósfera y decoración delicadamente romántica, sin ninguna sobrecarga. El comedor para el desayuno (a tener en cuenta: no incluido y sólo acepta pago en efectivo) es de primera calidad. En resumen, un lugar inolvidable, para recomendar!