Es un hotel totalmente nuevo, así que las instalaciones están perfectas. Además, nosotros pagamos una habitación cuadruple y, puesto que no les quedaban, nos dieron 2 habitaciones dobles comunucadas por puertas a ambos lados, con lo que estuvimos más cómodos y además teníamos dos baños. El personal muy amable, la ubicación perfecta para visitar tanto el centro como las instalaciones de la UE y el parque del Cincuentenario (se puede ir andando o coger el metro, que ambas están a dos paradas) y el desayuno amplio. También nos dejaron guardar las maletas el último día desde las 10 que nos fuimos del hotel hasta las 17h que ya nos íbamos al aeropuerto (sin ningún coste, claro). La verdad que, si volviesemos a Bruselas y el precio fuese el mismo, seguramente volveríamos a este hotel.