Me gustaron las impresionantes vistas, la ubicación y la atención prestada por todo el equipo que trabaja en el resort.
Lo que menos me gustó fueron los horarios para cenar en los restaurantes ya que, por lo general, a los españoles que estamos de vacaciones nos gusta cenar a partir de las 10:00h. No obstante, cenar junto al mar, con muy buen servicio, y a precios bastante razonables perdonan cualquier incoveniente. Lo recomiendo del todo, eso sí, mejor con habitación vistas al mar y planta alta.