8/10
Muy buen hotel con buenas instalaciones..algunas cosas mejorables.Nuestra llegada con mucho retraso a las dos de la madrugada hizo imposible pedir un cambio de habitación..lo visto y solicitado era una habitación de una planta y nos asignaron una especie de duplex, muy asfixiante para dormir por la noche con el bajo techo, incómodo subir y bajar escaleras continuamente. Las comidas, aceptables, lo mejor el desayuno..con dos puntos en contra: se echaba de menos la comida típica griega o de la isla ya que era comida más "internacional", de batalla. El segundo punto en contra era que la bebida la traían prácticamente cuando estabas en el postre...mucha parsimonia...aunque no siempre, algunos camareros como Andonis estaban atentos al cliente en todo momento.
La piscina es muy agradable, a lo que ayuda mucho el bar con Manos sirviendo los cócteles, todo perfecto a excepción de los huéspedes gritones e invasores del espacio que en nuestro caso, procedían de Israel,..el 80% de la clientela son israelíes.
En recepción también muy amables, si nos olvidamos de la señora que nos atendió el último día por la mañana..( todavía estamos esperando que pasen a por nuestras maletas, por cierto) ..había más de 20 escaleras hasta la habitación.
Sin duda un hotel con muchas posibilidades si consiguen las perfección que necesita un hotel de cinco estrellas.
