Muy bien en general, el lugar no es el más nuevo pero está aceptable, un poco difícil de llegar pero por lo mismo de las calles inundadas, el club de playa está en un lugar privilegiado, es la mejor cualidad del hotel. Los precios del restaurante un poco caros para los platos tan limitados. $380 por tres camarones empanizados (literal), un club sanwich, una porción escasa de papas fritas y otra de guacamole sin totopos para comerlo. Es su gran área de oportunidad. Igualmentr contar con más camastros. De ahí en fuera todo bien, el desayuno mucho mejor, con variedad. Todos muy amables