No es la primera vez que nos alojamos en este hotel y en su equivalente en Trafalgar, y es una maravilla. Para empezar, es super céntrico, cosa que se agradece mucho en Londres, donde el transporte más básico sale por una pasta. También es muy de agradecer la pequeña cocina, que te permite apañar desayunos y cenas (y enfrente hay un Waitrose, y a cuatro pasos un Tesco, así que el aprovisionamiento está garantizado). No es muy cómodo para comer, pero se las apaña uno. Está muy cerca de dos pubs maravillosos, el Cittie of Yorke y el Princess Louise. Metro Holburn, de la línea Central, a menos de doscientos metros.
No es barato, pero si se pilla una buena oferta, con todas estas ventajas vale la pena pagar algo más que por un hotel tradicional y menos céntrico.