Hotel con encanto en un lugar idílico, la habitación un poco pequeña, pero en general nos encantó pasar la noche. Reservamos el menú romántico (en hoteltreats.com) por nuestro aniversario y nos encantó, fue todo exquisito!! Carpaccio de gamba roja de Soller buenísimo (nunca antes lo habíamos probado), el Tartar muy rico, el solomillo de ternera se deshacía en la boca y de muy buena calidad, el bogavante riquísimo y muy bien hecho!! La atención perfecta y muy profesional. Desayuno muy completo con las vistas al mar, muy recomendado.