El hotel está totalmente renovado. Nuestra habitación con vistas al puerto de Soller y terraza era muy agradable, tamaño apropiado y con diferentes amenities (albornoz, zapatillas, cafetera, tetera, etc). El desayuno muy bueno y el personal muy agradable, especialmente Carlos que estaba pendiente de todo el mundo. El único pero la piscina, muy agradable pero poco espacio de hamacas. También deberían resolver el tema del bar en la piscina, primero por el bienestar de sus trabajadores (algo mas que un toldo y mínimo un ventilador) y facilitar cómo la comida se sube. También seria conveniente que la carta reflejara la disponibilidad dado que algunas bebidas no estuvieron disponibles en los 4 dias de estancia, por ejemplo el batido de plátano.