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Llegamos a las 14h y nos dieron las llaves en recepción. Eran 2 habitaciones dobles. Una de ellas la habíamos solicitado con dos camas individuales y la otra con cama de matrimonio. Las dos estaban con cama de matrimonio, pero lo peor es que cuando llegamos y abrimos las 2 estaban sin hacer. Los desayunos resultaron un tanto caóticos. El primer día no había sillas suficientes y el segundo quedaban muy pocas cosas , ya que, al parecer y según nos dijo la empleada, había un grupo de chinos que habían comido más de lo previsto.
Cliente verificado
Se hospedó 2 noches en junio de 2018