El hotel es muy correcto; la habitación muy correcta; que tenga parking gratuito es una gozada porque no pagas y te quedas más tranquilo por el coche. La única pega es que está situado en una zona rodeada de almacenes y bazares orientales de la zona portuaria, que no ofrece mucha seguirdad si sales andando hacia el metro, por ejemplo. Debo decir que a nosotros no nos pasó nada de nada, pero la sensación al caminar por las calles colindantes es de inseguridad. El hotel pone una lanzadera (mini-bus) para trasladarte hasta el centro de Nápoles, cosa que te sirve para evitar pasar esas calles o tener que sacar el coche hasta el centro (que los parkings cuestan una pasta, sobre los 4,5€/hora). La pega es que la lanzadera no funciona los domingos, y el resto de días no sales la primera hasta las 20h