Las instalaciones son amplias pero debido a la situación actual de pandemia hay consecuencias, negativas y positivas: Por un lado, apenas hay actividades ya que tiene un volumen muy bajo de ocupación, el buffet se sustituye por un servicio bajo demanda pero a cambio la tranquilidad es absoluta, por no hablar de la impresionante playa, más paradisíaca que nunca.
También quiero remarcar el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias por parte del personal y su gran profesionalidad y excelencia en el trato, mi más sincera enhorabuena.
Tengo claro de que si vuelvo a esa zona, sin duda me alojaré allí de nuevo.