En el baño había una cucaracha grande en la pared, la recepcionista inmediatamente nos dio otra habitación siendo esta muy amable y compresiva, sin embargo en la estadía se nos dificultó descansar porque se siente los ruidos que los demás huéspedes hacen incluso los del pasillo, hablando, cerrando y abriendo puertas. Fue una pesadilla conciliar el sueño. No se sentía privacidad.