Lo negativo el check inn se realiza entre otro lugar (casi a dos cuadras) por lo que debes caminar un montón con tus maletas, el ascensor no llega al 2 piso donde se ubican las habitaciones, por lo que de nuevo toca cargar las maletas.
El wifi no funcionó ninguno de los 3 días que alojamos allí. El desayuno tampoco era bueno.
Lo positivo es que queda a la vuelta de la Fontana di Trevi y cerca hay montones de restaurantes, bares, cafés, gelaterias, etc.