En primer lugar, advertir a otros clientes que la entrada del hotel está en obras, pues ellos no le van a avisar, esto además de ruidos supone que no puedes dejar el coche para bajar el equipaje y aparcar por los alrededores es complicado, a mi esta gracia me costó una multa de 90€. El servicio de aparcamiento hay que solicitarlo con anterioridad, de lo que tampoco te informan hasta que estás allí. No entiendo para que necesitan tantos datos de contacto. Otro servicio que ofrecen es la posibilidad de alojarse con mascotas, pero sólo una vez llegas te informan que deberías hacerlo con anterioridad pues en el hotel sólo está permitido alojar a 2 mascotas al mismo tiempo, tuve suerte que en ese momento solo había una. Ir con tu mascota también supone que te bajen de categoría de habitación, por si alguien quiere tenerlo en cuenta. En definitiva, un desastre, todo pegas y obligaciones para el cliente sin ninguna responsabilidad por su parte, ni siquiera la de avisar. El hotel en si tampoco está en muy buenas condiciones, esto sumado a todo lo anterior, y al olor a centollo de la habitación, lo hacen un sitio perfecto para pasar unas vacaciones inolvidables a precio regalado, 310 € la noche, 400€ con la multa.