Fantásticamente ubicado, junto a la Catedral y el barrio de Santa Cruz, con mucho ambiente.Bonita reforma. Esto es casi todo lo bueno que puedo decir. La TV se veía mal,y es diminuta para la habitación, fallo de antena, dos primeros días sin Aire Acondicionado con calor tremendo, baño y ducha sin jabonera, tenías que poner la pastilla en el suelo,la limpieza dejaba mucho que desear, chorretones en paredes y espejos, papeleras sin bolsas con salpicaduras anteriores. Sin armario, tiene una barra a la vista y un zapatero de tela colgado tipo IKEA. Tienes que dejar ropa en la maleta. Servicio de habitaciones nefasto, lo utilicé tres veces, tardaron mucho, una vez hasta hora y media y cuando me traen el Sandwich Club era d risa por no llorar, hasta mi sobrina de 7 años te hace un sandwich mejor, eso si bien cobrado. No merece la pena seguir. Puedo entender que es un cúmulo de mala suerte, pero cuando les planteé todo, ni se disculparon como corresponde, ni nos compensaron de alguna forma por tantísimas molestias en una estancia en el EME muy mala.