Es un maravilloso hotel excelentemente ubicado en el centro histórico de Sevilla, la decoración del mismo muy elegante y de gran gusto. El personal de lo más educado, preparado y servicial en todo momento. El bufete de desayuno de los más completo y de excelente calidad. Lo único complicado fue el estacionamiento pues al estar el hotel en una calle peatonal, lo cual fuimos advertidos tuvimos que estacionar el coche en un estacionamiento no tan cercano y un poco incómodo. Sin embargo, se vuelvo a Sevilla me volvería a quedar encantada en el mismo hotel y por supuesto lo recomendaré como excelente opción.