Absolutamente recomendable. Buena situación, a solo 5 minutos a pie de la Giralda. En nuestro caso, nos tocó una habitación interior (Solo una pequeña ventana con una celosía por dónde apenas entraba luz, pero muy amplía y fresca). El personal muy amable (El único pero es que a la mayoría de los recepcionistas les cuesta dar los buenos días o buenas noches al entrar). Limpio amenities muy surtidos, camareras de pisos súper amables y en el bar de la piscina, el personal muy amable. Mención especial para Ana, que desde el bar de la piscina, hace que te sientas como en casa. Y para los que nos toca viajar mucho, sabemos de la importancia que tiene que te hagan sentir como en casa cuando estás fuera de ella. Sin duda, volveremos.