De momento es el peor lugar en el que he estado. Además de no ser el de la foto principal con una pradera verde y una acogedora casa, el desayuno no estaba incluido. El baño privado era un baño compartido y, por cierto, muy sucio. Tras marearme de una habitación a otra y querer vendérmelo como un servicio extra, el dueño incluso me gritó y tuvo varios gestos demasiado bruscos. Por el mismo precio había otros que, SEGURO, eran mejores.