Mi experiencia en general fue satisfactoria considerando que viajé solo; elegí este hotel a pesar de no conocerlo, porque se ubica literalmente en el mero centro de la ciudad, a unos cuantos pasos de la Revu.
El punto fuerte del hotel es que el personal es sumamente amable, atento y servicial, desde que llegué me atendieron muy bien, siempre de buena manera en todo momento, sin importar la hora.
Los puntos débiles son el mantenimiento en general: al menos en el piso en el que me tocó estar, la alfombra del pasillo está bastante deteriorada, y de igual forma, la alfombra dentro de la habitación aparentaba estar incluso sucia, como si tuviese tiempo sin haber sido lavada o restaurada.
Probablemente mi mayor crítica es respecto al ruido: las ventanas también se encuentran en malas condiciones, no corren bien (son deslizables) y tampoco cierran bien, pero aparte de ello, no son aislantes de ruido, por lo que durante toda la noche y gran parte de la madrugada entra el ruido de los bares y antros cercanos, digamos que el sonido no es excesivamente alto, pero sí lo suficiente como para no dejar dormir tranquilamente.