El lugar era impresionante. Desde el momento en que llegué, me sorprendió lo fácil que fue acceder y lo acogedor que resultó ser. Todo estaba en perfecto estado, funcionando a la perfección, y la limpieza era impecable. La vista, sin duda, era lo mejor, algo que me dejó sin palabras. Aunque los perros de los vecinos pasaban de vez en cuando, no interrumpían para nada la tranquilidad del lugar. El espacio fue ideal para dos personas, con una atmósfera relajante que invitaba a disfrutar. Sin duda, es un lugar al que volvería!!