5 kilos más gracias a Londres
Salir de vacaciones y no subir de peso es una fórmula casi imposible de resolver, al menos para mí. Mi último viaje a Londres no fue la excepción pues, contrario a lo que mucha gente piensa, sobran opciones para comer y beber.
Un día normal para cualquier turista que quiera ‘probar’ esta ciudad debe comenzar con un ‘full English breakfast’, así que habrá que dejar el hotel temprano para ir en busca de Hawksmoor Guildhall. Además del tradicional tocino, salchicha y huevos, éste incluye un trozo de costilla y tuétano. Tendrás suficiente energía para después visitar la catedral de St. Paul o el Museo de Londres, ambos muy cerca de ahí.
Para almuerzo o media tarde no puedes dejar de comer en uno de los restaurantes más emblemáticos de la gastronomía londinense: St John Restaurant o su hermano menor St John Bread & Wine. El chef Fergus Henderson es famoso por cocinar cualquier parte de un animal, incluyendo vísceras y cortes poco usuales. Podrás probar, por ejemplo, un blood cake —parecido a una gran rebanada de morcilla— con un huevo de pato encima, riñones o hígado, aunque también hay algunas opciones como sándwiches y ensaladas. Yo recomiendo vivir la experiencia completa y darle una oportunidad a cualquiera de sus más excéntricas creaciones.
El mercado de comida más famoso de Londres —y uno de los más famosos del mundo— es Borough Market. Puedes encontrar prácticamente todo en este lugar, pero no debes dejar de buscar Le Marché du Quartier, donde sirven una especie de torta de pato confitado en su propia grasa. El aroma te guiará hasta ahí. También busca Shellseakers para probar algunas de las ostras que sacan los buzos a mano.
Para esta hora ya te hará falta un postre. No es difícil encontrarlo, pues en Covent Garden —otro de los sitios más turísticos de Londres— hay una sucursal de Ben’s Cookies, las galletas más famosas de Inglaterra. Y si no quieres moverte hacia allá, basta una visita a algún pequeño supermercado para comprar una caja de shortbread o chocolates.
Por la noche se antoja uno de los famosos kebabs. Vale la pena transportarse hasta Efes Restaurant en Commercial Rd, un espacio elegante pero auténticamente turco.
Si tus planes son en fin de semana asegúrate de llegar temprano a Maltby Street Market, un pequeño mercadito de productores locales donde puedes encontrar jugos, café, pan, postres, brunch completo y muchas opciones para comer.
De ahí quizás quieras realizar el mismo tour que ya es común entre algunos londinenses, pues caminan hasta la cervecería Brew by Number, beben una cerveza, y retoman su camino para beber otra más en The Kernel, luego en Partizan Brewing y terminan con una última pinta en Fourpure Brewing.
Si crees que beber y caminar no es lo más adecuado, pero quieres probar algunas cervezas elaboradas por pequeñas cervecerías, busca Euston Tap, Craft Beer Co o BrewDog Bar. Si prefieres una clásica cerveza inglesa, busca uno de los muchos pubs históricos en esta ciudad.
Y por último, no puedes irte de Londres sin haber comido su clásico Fish & Chips. Un gran lugar es Masters Super Fish, cerca del impresionante Imperial War Museum.
No te sorprendas si, como yo, subes varios kilos en un viaje así. Ten por seguro que habrá valido la pena.