Paseo gastronómico en Guadalajara
La gran capital del estado de Jalisco tiene mucho que ofrecer al visitante y entre todo ello está su gran propuesta gastronómica. La “Perla Tapatía” enamora a todos los paladares con su comida típica, pero también con los restaurantes actuales que son muestra de una impresionante gama de estilos de cocina.
Guadalajara es una ciudad grande y parece serlo aún más si consideramos que está pegadita a lugares como Zapopan y Tlaquepaque; juntos estos tres destinos ofrecen muchas delicias, en toda la extensión de la palabra.
Comencemos este paseo con algo de lo más típico de Guadalajara: la gloriosa torta ahogada, que es básica para el almuerzo. Birote, frijoles, carne y un baño de salsa; pero también se le puede dar un toque personal con unas rajitas de cebolla, limón y ¡a darle gusto al gusto!
Para disfrutar las tortas ahogadas hay muchos establecimientos por toda la ciudad, pero tengo especial preferencia por: Tortas Toño, Las Ro, en Zapopan o en el mercado de Tlaquepaque, donde además la birría es buenísima. Ahí mismo, El Abajeño es otro restaurante que encanta a los visitantes. Y si de birría hablamos, en Guadalajara está el lugar ideal para comerla, Las 9 Esquinas.
Siguiendo el camino con la cocina mexicana, en Guadalajara están los restaurantes: La Tequila, I Latina y Anita Li para degustar los platillos más tradicionales, además de buen tequila, como debe ser en Jalisco. Mientras que en Tlaquepaque, El Patio tiene buena comida mexicana en un ambiente muy alegre con música de mariachi y ballet folclórico todas las tardes.
En Zapopan está Hacienda La Magdalena, que además es un hotel boutique precioso. Ahí se llevan a cabo festivales de cocina mexicana, como el Festival del Mole, en verano, y el Festival del Chile Relleno, en septiembre. Obviamente, todo el año está abierto su restaurante para huéspedes del hotel y visitantes.
Por otra parte, si quieres el sabor local, cocina más típica y sin ostentaciones, entonces ve en busca de estos restaurantes: La Chata, La Fonda de la Noche, en Guadalajara, o la Fonda Doña Gabina Escolástica, en el centro de Zapopan.
¿Y qué hacer con el antojo en una tarde calurosa? Para satisfacer la sed están las muy conocidas Nieves de Garrafa, que son de todos los sabores; o la bebida llamada Tejuino, que es muy popular, la preparan con masa de maíz, piloncillo, agua, limón, sal y nieve de limón, entre otros ingredientes.
Para algo más formal, si prefieres cocina de vanguardia, el Restaurante ideal es Alcalde, que ofrece platillos sofisticados preparados con ingredientes locales. Es un proyecto de jóvenes experimentados y se nota en la frescura del lugar y su comida.
Ahora que si buscas probar los sabores de otros países en Guadalajara, están: La Dolce Vita y Pomodoro, con sus carpaccios, ensaladas, pizzas y pastas; Baires, con sus cortes argentinos; y Pasión, que tiene platillos del sur de América, principalmente de Colombia.
Llegada la noche, ¿qué tal unos ricos tamales? En Tlaquepaque y Guadalajara están los mejores: María Tamales. Esta tamalería es todo innovación, porque tiene los tradicionales sabores, pero también se arriesga y así podemos encontrar tamales de capuchino, de frutos secos, de acelgas con queso, de chicharrón y frijoles, entre muchos más.
Guadalajara es una ciudad llena de establecimientos con rica comida. Basta dar un paseo para encontrarse con zonas donde hay un restaurante tras otro y lo que falta es tiempo para probarlos todos.
Sin duda alguna, la capital de Jalisco es capaz de complacer los paladares de los comelones más exigentes. Anímate a visitarla porque además está llena de diversión, cultura y eventos interesantes que te harán regresar una y otra vez.