¿Sabías que es posible caminar por los cráteres lunares sin dejar el planeta tierra? Para hacerlo hay que viajar a Idaho, estado al noroeste de la Unión Americana, donde se encuentra el Craters of the Moon National Park and Monument. Se trata de una extensa área que fue inundada por basalto hace miles de años, cuando la región estaba llena de volcanes activos. Ahora su superficie semeja la de nuestro satélite natural. Ahí se pueden encontrar ejemplos de casi todas las formas de lava basáltica además de moldes de árboles que fueron “apresados” entre la lava hirviente; tubos de lava que formaron cavernas mientras las rocas candentes se desplazaban, y algunos otros tipos de formaciones espectaculares de este material.
Idaho es, además, una de las regiones más montañosas de los Estados Unidos. Se encuentra rodeado por los estados de Oregón, Nevada, Washington, Utah, Wyoming, Montana y la provincia canadiense de British Columbia. Está encerrado tierra adentro, pero tiene algunos ríos muy importantes, como el Snake, Clearwater, Boise y Salmon, además de numerosos lagos y presas. Las montañas y colinas se hacen cómplices para formar las cascadas más impactantes de esta parte de los Estados Unidos. Un par de ejemplos son las Twin Falls y las caídas de agua del Clearwater. Esta geografía tan particular convierte al estado en hogar de coyotes, osos grises, antílopes, ciervos de cola blanca e infinidad de mamíferos pequeños. Es un lugar para aventureros, sin duda, pero los expertos recomiendan viajar acompañados por guías que conozcan bien la región pues es intrincada, haciendo fácil que los turistas se pierdan o terminen acampando junto a la cueva de un oso. El estado es paraíso para los aficionados a la pesca deportiva, el hiking, acampada y todo aquello que tenga que ver con el contacto con la naturaleza. Algunos de los más importantes parque nacionales que se encuentran en Idaho (además del de los cráteres lunares) son el de Hagerman, lugar de regocijo de los arqueólogos por la enorme cantidad de fósiles que se localizan ahí; el de Yellowstone, tal vez de los más famosos en el mundo entero por la fauna de sus bosques y el del Hell Canyon, uno de los más profundos de la tierra con sus 240 metros de fondo. Idaho es un territorio muy extenso y con muchísimas cosas que ver en él, por eso se aconseja no intentar recorrerlo sin un plan específico y visitar un territorio a la vez, planeando hospedarse en hoteles de zonas urbanas para recobrar el aliento. Ni modo, es mejor conocer un poco de él a fondo, que verlo muy superficialmente.