Un sitio mágico con mucho encanto , pasamos una noche de nuestro viaje de novios por Nueva Zelanda , los propietarios son estupendos , cuidan todos los detalles , nos sentimos como en casa .
La habitación grande y espaciosa , muy limpia y con todas las comodidades , nos habría gustado quedarnos más tiempo ya que había muchas actividades en los alrededores.Muy cerca de los lagos Pukaki y Tekapo.