El Hotel en si está muy bonito los cuartos muy amplios y muy agradables, los baños amplios muy bien y muy cómodos.
Pero el servicio fatal, desde el concerge hasta todo el resto de los empleados del comedor sobre todo del desayuno, de room service traían todo mal.
Las de la lavandería hubo que regresarles ropa para que la plancharan de nuevo bien y aún así a una camisa de mi Esposo le echaron a perder los cuellos.
Las cenas en el Restaurante excelentes, pero solo las cenas hechas por el Chef Jean-Gerges.