El hotel está sobre todo orientado a un viaje con niños, con actividad en el hotel. Fuimos con media pensión y tanto el desayuno pero sobre todo la cena tenían un menú orientado a ese público. Las colas para los turnos de comida eran importantes, a pesar de no ser temporada alta, sin distancia de seguridad marcada como tal y que mucha gente no guardaba. Por otra parte, las instalaciones y habitación necesitarían una reforma, no son lo que actualmente se considera un 4 estrellas. El ruido es bastante llamativo, tanto por parte de los huéspedes, algo comprensible por haber mucho niños, como por el personal de limpieza a primera hora de la mañana, por lo que no escogería este hotel si quieres dormir más allá de las 9. A destacar como positivo, la piscina y la ubicación con playa a sus pies y buenas vistas, con muchas actividades sin moverte del hotel.