A dos calles de la Estación Central y la Catedral, llegué pasada la 1.00 AM sin problemas. El hotel no tiene aire acondicionado y había ola de calor. Me dejaron un buen ventilador y dormía con las ventanas abiertas, por lo que el ruido de la calle (conversaciones, campanadas de la catedral) a veces me resultó un poco molesto.
El precio me incluía desayuno (embutido, fruta, cereales, huevo, mantequilla y mermelada, pan, yogur...) abundante pero prácticamente igual cada día, y sin bollería. Suficiente para mí, pero poco variado.
Yo viajé solo a Colonia y estuve siete noches en el hotel. La habitación era pequeña, sin armario ni silla, pero la cama me pareció cómoda y el baño estaba reformado. Incluía wifi gratis (que no funcionó solo el último día, no sé por qué) y caja fuerte.
Para mí, lo peor fue el servicio de habitaciones. Un día no me hicieron la habitación (al parecer, por la ola de calor, no fueron a trabajar tres personas y no pudieron atender a todo el trabajo). Al día siguiente estaba bien hecha. Pero otro día llegué a la habitación por la noche, después de todo el día fuera y la puerta de mi habitación estaba entornada, sin cerrar del todo. Al parecer, cerraron con llave antes de que la puerta estuviera cerrada, y se quedó con el pestillo echado pero sin cerrar. Afortunadamente, no me faltaba nada, pero me llevé un buen susto.
Salvo este problema, el hotel resultó como esperaba: sencillo, sin ningún lujo, pero bien ubicado. Quizá un poco caro para lo que ofrece.