Es un hotel ubicado en la zona norte periférica, por un lado tienes muy buena conexión con el centro de la ciudad, ya sea andando (15 minutos), o en transporte público, haya muchas paradas cerca y es el punto de partida de los autobuses turísticos. A 10 minutos tienes restaurantes y bares de todo tipo. En la esquina una buena cafetería para desayunar.
Por otro lado, las habitaciones no tienen buena insonorización con la calle, se filtra la luz por las cortinas, los colchones son muy incómodos, tiene restaurante y espectáculo (no lo probé), y puedes pedir una pizza en el restaurante y llevarla a la habitación (no hay room service). El personal es muy amable y al pedirles cambiar de habitación porque queríamos 2 camas, lo solucionaron sin problema añadiendo una en la habitación, al igual que cambio de almohadas y dejarnos sábanas sueltas (hacía mucho calor y estaban puestos los edredones), no tienen ningún tipo de climatización.