El Hotel, pequeño,en un bonito edificio histórico, muy agradable así como todo su personal....encantadores y muy, muy eficientes. El desayuno (incluido) más que suficiente!. La habitación super nueva, decorada (a nuestro juicio) con muy buen gusto, con una cama comodísima que nos dio un confort que no esperábamos. El baño muy nuevo y bonito también, aunque con una ducha un tanto justa en el caso de personas con cierto volumen o de escasa movilidad (no era el caso)!. Céntrico??? para serlo más deberiamos alojarnos en el mismísimo Duomo!!!. Super recomendable!!!. P.D., en la misma calle hay una heladeria (la única) donde siempre hay largas colas,.... no os quedeis con la duda de porqué ;-)