una residencia de época completamente original, no se trata de una adaptación temática, es un edificio original. La puerta de entrada, su cancel, las estatuas de marmol de su jardín interior y las de los nichos de la escalera son magníficas, las habitaciones de la suite que me asignaron tienen frescos en el techo que no desmerecen los vistos en museos, pero es completamente funcional, todas las comodidades estan a su disposición.
Con todo y lo majestuoso de ese palacio, el trato del personal es mejor. La cortesía, la eficiencia y sobre todo la cordialidad son parte de la personalidad de la aristocrática dueña y su personal, sus ángeles, siguen su ejemplo.