Hotel muy básico. La habitación era grande pero estaba sucia. La moqueta verde tenía manchas amarillas, el sofá cama tenía manchas de aceite y una de las toallas del baño estaba manchada de rímmel (en una parte visible para la camarera). Además, el mobiliario está muy anticuado y con bastantes marcas de uso.
Como bueno, destacar que las recepcionistas son muy amables y el desayuno es bastante completo, teniendo en cuenta el precio (6 €).
Eso sí, no volveré a alojarme en este hotel. Menos mal que sólo era una noche!