Hotel arreglado por fuera, siniestro por dentro. Habitaciones de pensión, nos dieron una con vistas a una celebración nocturna de boda, con el consiguiente ruido, pedimos cambiarla y no tuvieron la más minima amabilidad, empezaron a dar largas y decir que las habitaciones estaban muy insonorizadas ( mentira), nos cambiaron las habitaciones con balcón que teníamos con vistas a jardin, por un zulo viejo, con el baño muy mal cuidado y vistas a una carretera... y nos cobraron los setenta euros sin vacilar... jamás pagues más de cincuenta euros por este hotel. El restaurante, buen producto, con infulas de gran restaurante, pero que teniendo el mismo precio que Cándido, yo habría ido a Candido.aire acondicionado viejo y ruidoso, colchones hartos de vivir , y sabanas agujereadas.