La estancia ha sido maravillosa. El personal del hotel es muy amable y atento. La habitación cumple exactamente lo que promete, tanto de amplitud como de comodidad. Para un viaje familiar, con un niño pequeño, contar con una pequeña cocina-office es lo mejor.
El entorno es inmejorable para una visita a Liverpool, pues está justo frente a Albert Dock, que es lugar obligado de visita y bastante cerca del centro. Muy bien comunicado con todos los transportes turísticos (buses, ferry...).
Sólo he rebajado un punto en la calificación respecto a los servicios, por un malentendido que hubo sobre el servicio de limpieza de la habitación (la habitación está limpia), pero el servicio durante el fin de semana, que sólo está disponible "bajo demanda", el primer día no lo hicieron a pesar de haberlo pedido y el segundo hicieron una limpieza muy somera. Por lo demás, lo hubiera puntuado al máximo.