Al entrar olía como si hubieran defecado y cerrado la puerta un mes. No teníamos papel higiénico. Cdo lo pedimos, dijeron que vendrían a reponerlo y estuvimos 3 días sin él , hasta que tuve que ir de nuevo a recepción a que me lo dieran. Nadie se pasó a pesar de que dijeron que solucionarían todo( olores y falta de papel del w.c.) el segundo día sonó de madrugada la alarma de incendios ,5 interminables veces, asustando a la niña y despertándonos a todos durante toda la madrugada. ( desde la 1 de la mañana a las 7 y sucediendo cada 2 horas ,aproximadamente) Ni revisión de la habitación para el papel ni mantenimiento. Las tazas de café estaban manchadas de tomate ,del inquilino anterior. Y me dijeron q no era culpa de ellos, q era responsabilidad del cliente anterior haberlo dejado limpio. Increíble! Cuando sin ellos los que tienen q revisar q el cliente anterior lo haya dejado bien… aun desastre y mal sabor de boca. Deberían de haberse disculpado desde Dirección, al menos ese detalle ya que no tuvieron ningún otro. Entorno bonito pero no disfrutado al 100%, ya que nuestra experiencia allí fue desastrosa .Bar cerrado que no se podía ni desayunar. Desatendidos totalmente con cada problema que tuvimos, dijeron el último día “lo siento “en recepción pero nadie hacía nada por cambiar la situación. Así no se trata a los clientes.