Con sus antiguos castillos, sus elegantes puentes y sus iglesias, la capital de la República Checa es una ciudad que parece salida de un cuento de hadas.
Praga tiene más de 1,100 años de historia, lo que es visible en su arquitectura y cultura. La ciudad de aspecto medieval es conocida por su arquitectura romántica, poblada de grandes castillos, adornadas iglesias y encantadores puentes.
Praga, o "Praha" en checo, fue la capital del Sacro Imperio Romano Germánico y de Checoslovaquia. Los praguenses se liberaron de un régimen comunista en 1989 y después se separaron de Eslovaquia. Praga ahora es la capital de la República Checa y de Bohemia, y tiene 1.3 millones de habitantes. Muchos praguenses no hablan inglés, pero la mayoría de los guías turísticos lo hace.
En tan solo unas cuantas horas en Praga podrás apreciar casi todos los grandes estilos arquitectónicos: renacentista, gótico, barroco, Art Noveau y modernista. Tres de esos estilos se pueden apreciar en un solo edificio, la Iglesia del Týn (Týnský Chrám). El edificio moderno más famoso de la ciudad es la Casa Danzante (Tančící Dům).
Cruza el famoso Puente de Carlos (Karlův Most) para trasladarte entre las atracciones ubicadas a ambos lados del Río Moldava. El Moldava separa la histórica Ciudad Vieja (Staré Město) de la Ciudad Pequeña, donde se encuentra el enorme complejo del Castillo de Praga (Pražský Hrad).
Visita el Castillo Vysehrad y sus agradables jardines e históricos muros fortificados, desde donde podrás observar las agujas de las grandes iglesias praguenses, incluyendo la Catedral de San Vito (Katedrála Sv. Vita). Visita la fascinante colección de tumbas del Cementerio Judío y las exposiciones medievales en la Torre de la Pólvora (Prasná Brána).
Praga es agradablemente calurosa en verano. Si la visitas en invierno es fría, pero es muy hermosa cuando cae la nieve. Sin importar la temporada, cualquier momento es perfecto para probar un poco de la deliciosa repostería local y la accesible cerveza checa.
Sube a alguno de los muchos puntos de observación para ver por qué a Praga se le conoce como la "Ciudad de las 100 Agujas". Junto con los muros medievales y techos de terracota con chimeneas, las agujas de las iglesias le dan un aspecto de cuento de hadas a esta histórica ciudad del centro de Europa. Si añades el arte y la vida nocturna a la mezcla entenderás por qué es un atractivo destino turístico.