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La casa tiene muchísimo encanto y está muy bien cuidada. Es fantástica para un grupo familiar o de amigos. Incluso en invierno, los días fueron cálidos y se puede disfrutar de la terraza durante el día (con unas vistas increíbles) y del interior durante la tarde/noche (gracias a la chimenea y el billar).
La única dificultad que tiene es el acceso. Impone el día de la llegada por lo agreste del último kilómetro. Hay que llegar de día y contar con perderse en los últimos giros. Sin embargo, una vez que lo conoces no se hace tan difícil, y merece la pena, sin ninguna duda, llegar (sería importante que recomendaran hacer la compra antes de llegar a la casa el primer día)
Sylvia F.
Se hospedó 4 noches en diciembre de 2022