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Desde el primer momento te das cuenta de que es un lugar especial. Es una casa grande y perfectamente equipada. Tiene WI-FI. Las vistas son preciosas, estás en la montaña (Alpes Apuanos) y sólo a unos 15 km de la playa. La recepción de la dueña Donatella y su hija Rebecca fueron inmejorables, facilitando toda la información que necesitábamos y obsequiándonos con una tarta casera (riquísima) y con una botella de champán que pudimos disfrutar en un spa experior impresionante con vistas a la montaña- Te sientes como en mitad de un bosque idílico en lugar histórico durante la II Guerra Mundial. Nosotros fuimos un grupo de 5 amigos que recorríamos la Toscana pero también lo encuentro muy apropiado para familias.
En resumen, nos encantó y la recomendamos totalmente.
Ángel (Zaragoza. SPAIN)
Angel C.
Se hospedó 4 noches en agosto de 2016