El hotel está muy bien situado, a 4 min de la catedral andando y 7 min de la plaza el capitolio. El personal es muy amable y atento. Las habitaciones básicas pero muy buenas. La cama comodísima, si hubiese podido me la hubiera traído a casa. El único punto negativo es que los domingos no tienen servicio de limpieza, por lo que no se limpian las habitaciones, las toallas te las cambian si quieres, en mi caso no las pedí por que estaban limpias.