Vacaciones para bucear en Zona Cafetera

Nos encantó! Todos súper amables ❤️

Las habitaciones amplias y comodas ,la limpieza el desayuouno puede mejorar y lobsirven tarde

Al llegar al hotel nos recibieron cordialmente, aunque la persona que llevó nuestro equipaje no mostró mucho entusiasmo. Preguntamos en el lobby por un restaurante y nos recomendaron el del mismo hotel en la azotea, con mirador, pero nos informaron que esa noche estaba lleno. Al día siguiente disfrutamos un desayuno excelente, con jóvenes meseros muy atentos y amables, lo que nos dejó una grata impresión. Más tarde reservamos cena en el rooftop para la segunda noche, con la ilusión de tener una experiencia especial. Sin embargo, al llegar, la anfitriona nos recibió con una actitud poco acogedora y nos asignó una mesa sin vista. Nuestra mesera tampoco mostró interés: no recomendó bebidas ni explicó el menú, y la música estaba tan alta que apenas podíamos conversar. Notamos que varias mesas con vista quedaron vacías y tratamos de pedir cambiarnos, pero la anfitriona nos ignoró por completo. La situación se volvió tan incómoda que decidimos pedir la cuenta y retirarnos. Nuestra estadía en Medellín fue maravillosa y el hotel, en general, cumplió. Pero lamentablemente, la experiencia más incómoda la vivimos en el restaurante del hotel, Cannario Rooftop. Como huéspedes, esperábamos un mejor trato y una atención más profesional.

La habitación que nos frieron

El personal es muy atento y amigable, excelente atención!!

Nos encantó el Hotel, muy limpio, las atenciones excelentes, desayuno super variado. Todo el personal muy atento. Excelente relación calidad precio.

El único aspecto negativo es que no cuenta con estacionamiento pero si logras encontrar parquímetro en la zona

Excelente servicio y las instalaciones

Las habitaciones amplias y comodas ,la limpieza el desayuouno puede mejorar y lobsirven tarde

Excelente servicio y atención. Una de las habitaciones estuvo sin aire por 4 días. No opciones de cambio de habitación. El roof top y úrea de piscina no estaba disponible por remodelación, pero no fue notificado antes.

Mi estadía en este hotel fue maravillosa, pero lo que realmente hizo la diferencia fue la atención de Diego, el bartender. Desde el primer día nos recibió con una sonrisa y un trato excepcional. Siempre atento, profesional y con una gran actitud de servicio, se aseguró de que cada bebida fuera perfecta y cada momento en el bar especial. Diego no solo prepara excelentes cócteles, también se toma el tiempo de conversar y hacer que los huéspedes se sientan bienvenidos. Su calidez y dedicación reflejan el verdadero espíritu de hospitalidad. Gracias a él, la experiencia en el hotel fue aún más memorable. ¡Definitivamente recomiendo este lugar, y especialmente pasar por el bar para disfrutar de la atención de Diego!

Nos encantó! Todos súper amables ❤️

Las habitaciones amplias y comodas ,la limpieza el desayuouno puede mejorar y lobsirven tarde

Al llegar al hotel nos recibieron cordialmente, aunque la persona que llevó nuestro equipaje no mostró mucho entusiasmo. Preguntamos en el lobby por un restaurante y nos recomendaron el del mismo hotel en la azotea, con mirador, pero nos informaron que esa noche estaba lleno. Al día siguiente disfrutamos un desayuno excelente, con jóvenes meseros muy atentos y amables, lo que nos dejó una grata impresión. Más tarde reservamos cena en el rooftop para la segunda noche, con la ilusión de tener una experiencia especial. Sin embargo, al llegar, la anfitriona nos recibió con una actitud poco acogedora y nos asignó una mesa sin vista. Nuestra mesera tampoco mostró interés: no recomendó bebidas ni explicó el menú, y la música estaba tan alta que apenas podíamos conversar. Notamos que varias mesas con vista quedaron vacías y tratamos de pedir cambiarnos, pero la anfitriona nos ignoró por completo. La situación se volvió tan incómoda que decidimos pedir la cuenta y retirarnos. Nuestra estadía en Medellín fue maravillosa y el hotel, en general, cumplió. Pero lamentablemente, la experiencia más incómoda la vivimos en el restaurante del hotel, Cannario Rooftop. Como huéspedes, esperábamos un mejor trato y una atención más profesional.