Día mundial de los animales: turismo responsable
Al leer o escuchar la palabra “santuario,” ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? En nuestro caso, lo asociamos primordialmente con el santuario de la mariposa Monarca.
Aunque algo vagas las imágenes en la cabeza, debido a que ya pasaron algunos “ayeres” (casi dos décadas para ser exactos), recuerdo los comerciales de televisión que promovían el que uno visitara este lugar en el estado de Michoacán. Te lo pintaban como un lugar mágico al cual te adentrarías y prácticamente te volverías uno solo en ese mundo lleno de mariposas.
El recuerdo podría haber sido vago, pero nunca se me borró el querer sentir esa experiencia.
Fue hasta principios de este 2015 que tuvimos la fortuna de poder conocer uno de esos santuarios, precisamente en Michoacán. De eso, te contamos más detalles en este artículo sobre nuestra experiencia con la Mariposa Monarca.
A donde quiero llegar con esto es, que sí es bonito e interesante conocer estos lugares en donde podemos encontrar especies en su habitat natural, pero también quisiera hacer un importante hincapié en que tenemos que cuidar mejor de estas reservas o zonas naturales porque estamos llegando al borde en que podríamos exterminarlas de la faz de la Tierra.
Cuidar de estas especies no solamente significa no cazarlas directamente o no tirar basura, que aunque sí son muy importantes, también hay muchas otras formas de perjudicarlas y de las que deberíamos estar conscientes.
Por ejemplo, volviendo a la mariposa Monarca, uno puede hacer cosas que parecieran inofensivas, pero que pueden significar mucho para su ciclo de vida, un ejemplo: recoger los restos de mariposas muertas para llevarlas como souvenirs. Su cuerpo al descomponerse dejará rastros para que futuras generaciones Monarca sepan en donde conglomerarse. Y si nos las llevamos, estaríamos desbalanceando el ciclo.
Otra instancia tiene lugar con el tiburón ballena en la Isla de Holbox. El visitante va a la excursión para verle de cerca, y se pone crema o loción bloqueadora para el sol que contiene químicos perjudiciales a la especie, luego se mete a nadar al mar, y aunque inmenso, poco a poco vamos influyendo a que el animal no encuentre de su total agrado esas aguas. El caso es que no sólo se trata de unos cuantos turistas, estamos hablando de miles que se dan cita a nadar con el tiburón cada año.
Un ejemplo más en el que se muestra que no somos conscientes como seres humanos, es acerca de un incidente que ocurrió hace poco en un santuario de tortugas marinas en Costa Rica. El lugar se había hecho famoso porque unas fotos se habían hecho virales en internet de lo bonito que estaba esa playa y que era un lugar a donde se daban cita las tortugas para desovar. El sitio se hizo famoso, y una gran multitud se hizo presente, abrumando a las tortugas cuando llegaron a depositar los huevos. Estas se asustaron, y se regresaron al mar sin haber hecho lo que tenían que hacer, creando posibles repercusiones para la siguiente generación de tortuguitas.
Así como las especies que he mencionado, pueden agregarse otras como los elefantes y tigres en Tailandia, los flamencos en Yucatán, los pandas en China, etc. Tenemos que informarnos y crear conciencia que a veces lo que puede parecer pequeño o sin importancia para nosotros, podría representar algo verdaderamente significativo para la vida de esas especies.
Sí, te invitamos a que explores México y el mundo. Conoce lo maravilloso de nuestra naturaleza, y disfrútala, siempre y cuando lo hagas de una manera responsable y respetando los ecosistemas que visites.