Dentro del complejo del Castillo de Praga se encuentra esta muy venerada iglesia, hogar de las joyas de la corona checa y sede del arzobispado de Praga.
Aquí se encuentra uno de los lugares religiosos más importantes de Europa, la Catedral de San Vito (Katedrála Sv. Víta). Puedes observar esta enorme catedral desde cualquier lugar de Praga, ya que algunas de sus agujas alcanzan los 96.5 metros (316 pies) de altura. Hoy en día, San Vito es parte esencial de cualquier viaje a Praga. En esta catedral podrás observar tumbas antiguas e iconografía religiosa, además de que es el lugar donde se guardan las joyas de la corona checa. Desde 1344, la catedral ha sido sede del arzobispado de Praga.
El edificio original se remonta al año 925 y fue una de las primeras estructuras construidas dentro del terreno del castillo. Como seguramente te informará tu guía, la catedral estuvo constantemente en construcción durante el último milenio. La iglesia neogótica que ves hoy en día no fue terminada sino hasta 1929, retrasada por siglos de guerras y un incendio.
Admira el impresionante mosaico del Juicio Final, en la entrada sur. Está hecho con más de un millón de piezas de piedra y vidrio. Pasa por los arcos de piedra que se encuentran debajo de él para entrar a la catedral, la última morada de muchos de los personajes más importantes de Praga. La Cripta Real contiene los sarcófagos de muchos reyes checos, incluyendo a Carlos IV, mientras que la Capilla de San Wenceslao está construida sobre la tumba del santo.
Desde la entrada a la capilla se puede distinguir Cámara de la Corona, que aloja a las joyas de la corona. Se necesitan siete llaves para abrir la cámara, una de las cuales le pertenece al presidente.
Sube los 287 peldaños que llevan hasta la cima de la torre principal de la catedral para tener una de las mejores vistas de la ciudad.
La Catedral de San Vito se localiza dentro del complejo del Castillo de Praga, en la orilla oeste del Río Moldava. Desde el centro de la ciudad puedes ir a la catedral en tranvía o metro.