Todo muy bien... solo que los tiempos del restaurante son muy muy lentos. Es la primera vez que tengo el gusto de alojarme ahí pero es la 3era ocasión en que visito el restaurante, insisto, todo muy bien menos la "rapidez" del servicio ahí. Incluso, conociendo ello, hicimos la petición del desayuno desde un día antes, nos tomaron la orden y, para no hacer el cuento largo, no estuvieron listos los alimentos tal cual los solicitamos... y eso que era solo un chocolate y un pan con guayaba.
Tengan presente que hay quienes vamos a esa maravillosa ciudad por asuntos profesionales o negocios y nuestros tiempos no son tan holgados.
Un detalle adicional, a quien me llevó la maleta a la habitación le di una propina de 100 pesos, le entregué un billete de 200 y quedó en darme el cambio de inmediato pero nunca lo hizo. No es el dinero pero lo comento para que tengan cuidado con ese tipo de personas quienes, si roban cien pesos, pueden robar algo más. Creo que su nombre es Carlos.
Espero visitarlos de nuevo pronto.