Agradezco el detalle de dejar un vino y un tarjeta en la habitacion por el cumpleaños de mi marido, pero la estancia no ha sido la esperada, teniamos la habitacion ejecutiva que nos incluia el acceso al salon ejecutivo, estaba cerrado por situacion covid, pero bar y restaurante abierto, que gracia, nadie nos aviso y e pagado un precio superior para disfrutar de este servicio que no estaba disponible y luego envie varios email nunca contestados por el hotel, hice una rezerva por un afternoon tea para celebrar el cumpleaños de mi marido y llego y la reserva no esta confirmada la hostess del restaurante me dice que no podemos disfrutar de este evento porque el restaurante esta lleno y que ellos es diferente la administracion del hotel y Vicinity que es el restaurante del hotel pase una situacion muy desagradable y luego se acerca y me dice que podemos ir pero temprano a las 4pm, fuimos la atencion patética nos dice que estaba a full y estaba vacio y nadie nos atendia ni nos preguntaban nada y lugo ordeno champagne nos trae las copas servidas y era solo un vino espumoso pues no fue una buena experiencia para nada alojarnos en este hotel por todos los inconvenientes de mala gestion y comunicación con los distintos departamentos. Las vista obviamente maravillosa al puente, pero por lo demas muy viejo y la tencion que es lo que suele mejorar talvez ciertos delalles no a sido la mejor