Hoteles en Nayón desde $667 MXN

“Es un hotel muy tranquilo, céntrico, hermoso, colonial. Huele rico y el personal es muy amable, cerca del centro, puedes caminar y tomar taxi, trolebús, metro etc. simplemente una experiencia única. Habitaciones cómodas, limpias, amplias, acogedoras. ”

“Excelente opción. Tener cuidado de la zona pero el hotel no tiene culpa de eso”

“es una muy buena opcion para hospearse, segura , comoda, dan u n buen trato ”

“Me encantó este lugar. La gente era muy amable. El hotel estaba impecablemente limpio. Los transportes eran puntuales. El restaurante y el desayuno gratuito estaban deliciosos. No podrías encontrar un mejor lugar para pasar la noche esperando un vuelo o durante tu estancia en Quito.”

“Estuve varios días en este lugar con mi familia y fue excelente. Buenas atenciones el desayuno muy bueno todo muy bien. ”

“ASEO”

“Excelente atención por parte del personal del hotel, excelente desayuno y muy calida atención.”

“Es bonito el lugar”

“Estoy muy agradecida con el personal del Hotel todos muy amables y serviciales. Mi habitación excelente muy acogedora con un sofá muy cómodo y mucho espacio. Me sentí como en casa”

“Habitación limpia y el personal muy amable y servicial ”

“El hotel está ubicado en el centro del casco histórico en un edificio colonial precioso. El personal del hotel es muy amable, en especial Javier, en el check in facilitando todas las gestiones y aportando información de que visitar la zona. ”

“todo excelente. Lo que podrían mejorar quizás es la variedad en el desayuno, tener más opciones en el buffet”

“La atención que cada empleado da al huésped. Luis de recepción está atento en todo momento a las necesidades del huésped, la Sra. de la cafetería, se esmera mucho, explica las frutas que ofrece, habla de la historia de Quito, del hotel, es una excelente embajadora del hotel y del país.”

“Muchas gracias por todo. Es un lugar bonito, histórico, tradicional. Para sentir el sabor del centro de Quito. Un viejo edificio remodelado y bien adaptado para viajeros frescos y acostumbrados a conocer los rincones típicos de una ciudad con el ritmo local. Hay que subir escaleras y hay que disfrutarla vista matutina o el atardecer. Si desayunas temprano, ya estuvo, verás la niebla que baña el horizonte con su frescura sabrosa. La atención, espléndida.”